Por qué la democracia y qué hacer para caminar hacia ella.

Cuando damos alguna formación sobre Ética, tratamos de reflexionar sobre los valores que pueden orientar la vida personal y colectiva hacia el mejor de los horizontes. No somos promotores de valores dados por que sí o por fe. La ética es un ejercicio de reflexión que resulta más provechoso cuando se realiza de forma colectiva. Intentamos ayudar a la gente a reflexionar juntos sobre los valores que nos conducen por la mejor de las vidas, pues es de personas inteligentes buscar forjarse un mejor futuro para sí y, por supuesto, para los demás, pues no vivimos solos en este mundo.

Les propongo reflexionar, entonces, sobre la importancia del valor de la democracia para la sociedad dominicana, por qué resulta más provechoso e inteligente promoverla que deteriorarla, cuáles son sus amenazas, y qué hacer para su fortalecimiento. Escogemos este valor en este momento pues el 15 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Democracia, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 8 de noviembre de 2007.

La democracia, en sentido estricto, es un término que significa ¨gobierno del pueblo¨, y señala que el poder de un país reside en el pueblo, que éste tiene acceso a los mecanismos para expresar y hacer valer su voluntad. Hoy día se entiende que la democracia está íntimamente ligada al ejercicio de los derechos, no solo civiles y políticos, sino también, al conjunto de los derechos que, en materia social y cultural, le asiste a las personas y los pueblos. Como todo valor y aspiración, la democracia no es un estado unívoco y fijo, sino una aspiración o meta que exige un proceso y esfuerzo constante y progresivo de implementación. 

Los diversos actores que elaboraron la Constitución que nos define y rige como país, y que establece la aspiración que tenemos como nación, entendieron que la democracia es un valor fundamental que debe orientar las decisiones y las acciones del país.   El preámbulo de la Constitución afirma que tanto los padres de la Patria como los Próceres de la Restauración buscaron establecer una República libre, independiente, soberana y democrática.  Los primeros artículos de la Constitución también dan una enorme relevancia al valor de la democracia: el artículo 2 establece que la soberanía reside en el pueblo, de quien emanan todos los poderes; el artículos 4 expresa que ¨el gobierno de la Nación es esencialmente civil, republicano, democrático y representativo¨; y el artículo 7 señala que ¨la República Dominicana es un Estado Social y Democrático de Derecho, organizado en forma de República unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia de los poderes públicos”.

La importancia del valor de la democracia reside en que no hay otra forma de gobierno que mejor asegure otros tantos derechos que la misma Constitución del país proclama en su preámbulo: la dignidad humana, la libertad, la igualdad, el imperio de la ley, la justicia, la solidaridad, la convivencia fraterna, el bienestar social, el equilibrio ecológico, el progreso y la paz. El valor de la democracia está íntimamente ligado al desarrollo de la calidad de vida de todos los seres humanos y es la forma de convivencia política que mejor proporciona un entorno para la protección y disfrute efectivo de los derechos humanos de todas las personas.

Las Naciones Unidas nos ofrecen una argumentación para entender la importancia del valor de la democracia al afirmar que ella es un factor fundamental para el desarrollo de tres pilares claves de la comunidad internacional: la seguridad y la paz; la buena gobernanza y el desarrollo; y la promoción y protección de los derechos humanos.

Vista la importancia de la democracia, señalemos sus principales desafíos. Como valor y como modelo de gobernanza es una aspiración que no pocas veces enfrenta el abismo entre lo que se proclama y se implementa: la participación efectiva de toda la diversidad que conforman a la nación; el ejercicio efectivo de los derechos civiles, políticos, sociales, culturales y medioambientales de toda la población; las estrategias clientelares de los partidos políticos;  la manipulación de la información y la difusión de informaciones; y la participación inequitativa de mujeres y jóvenes en las decisiones del país; la discriminación jurídica y cultural de minorías.

La Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha recomendado una serie de medidas legislativas, institucionales y prácticas para consolidar la democracia. Entiendo que las siguientes son las que más se nos aplican como país: el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales, sobre todo en caso de los migrantes haitianos y sus descendientes, y la comunidad LGTBQ; el acceso al poder y su ejercicio de conformidad con el imperio de la ley; un sistema pluralista de partidos y organizaciones políticas; la independencia del poder judicial; la transparencia y la responsabilidad en la administración pública; unos medios de comunicación libres, independientes y pluralistas; el acceso de la ciudadanía a la información veraz; el acceso de las mujeres a los espacios de decisión y puestos de dirección.

Este año, el tema del Día Internacional de la Democracia es: “Empoderar a la próxima generación”, de ahí que el fortalecimiento de la democracia pasa por formar a los niños, niñas y jóvenes en el valor de la democracia y abrirles los espacios para su efectiva participación garantizando la democracia y sus beneficios para el presente y para el futuro.

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